El rover Curiosity de la NASA ha estado explorando el Monte Sharp en Marte, una montaña situada en el cráter Gale, y sus últimos hallazgos apuntan a la presencia de agua líquida en el planeta rojo en tiempos remotos.
Los análisis realizados en la zona explorada han revelado la presencia de minerales de arcilla y sulfatos, lo que sugiere que en algún momento Marte pudo haber experimentado un flujo significativo de agua. La combinación de estos minerales indica que grandes cantidades de agua interactuaron con la roca y luego se evaporaron, dejando atrás estas formaciones.
Los científicos especulan que estos indicios podrían apuntar a la existencia de antiguos ríos en Marte, y sugieren que estos cuerpos de agua podrían haber fluctuado a lo largo del tiempo. Esta teoría respalda la idea de que Marte no siempre fue un desierto seco, sino que alguna vez pudo haber sido un mundo más parecido a la Tierra, con océanos y ríos.
Aunque todavía queda mucho por explorar y descubrir, estos nuevos hallazgos plantean preguntas intrigantes sobre el pasado húmedo de Marte y su potencial para albergar vida en algún momento de su historia.
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